Hay varios factores que deciden que un inmueble se venda o no:

• La situación del inmueble. 
• El precio.
• Un buen plan de marketing.
• Una adecuada conservación del inmueble. 

Este último punto es de vital importancia en la decisión final del posible comprador. 

Los primeros 60 segundos de la visita al inmueble son los más importantes ya que el posible comprador tomará la decisión de si la vivienda le gusta o no en apenas en tiempo. 

Si en ese periodo ve algo que no le gusta, será difícil hacer cambiar ese presentimiento. Por ello, es imprescindible causar una buena primera impresión.

1. Limpien la casa y en especial la cocina y los baños. La limpieza crea un ambiente acogedor y ensalza el valor de la propiedad, mientras que la suciedad hace que el comprador se replantee siempre el precio.
2. Eliminen el desorden. Deben evitar que la casa esté demasiado recargada de muebles u objetos, ya que provocan el efecto de reducir el espacio de la vivienda. Es importante que los compradores vean la casa ordenada, esto les ayudará a tener una mejor impresión de los espacios. Deja a la vista sólo aquello que forma parte de la decoración, evita las pilas de periódicos y revistas, la ropa tirada de cualquier manera, los platos y vasos sucios o por en medio... Si existen muebles que dificultan la movilidad, reubícalos para crear espacios más amplios, agradables y transitables.
3. Abran las cortinas y las persianas para que entre la máxima luz natural. 
4. La casa tiene que estar ventilada. El olor es fundamental. En especial si se convive con mascotas o en casa hay fumadores…Eviten olores a humedad, o los provenientes de que una casa lleve mucho tiempo cerrada…y por el contrario eviten olores a ambientador que sean demasiado fuertes. De existir olor en la vivienda es preferible el olor a café, nunca a guisos ni a frituras…
5. Guarden las fotos porque personalizan su espacio y no permiten que los compradores se imaginen vivir en su casa.
6. No es necesario hacer grandes reformas para vender la vivienda, pero pintar la casa sí que ayuda mucho, y en especial en colores neutros.
7. Detalles que cuentan: hay que prestar especial atención a imperfecciones notorias como una pared con manchas o la pintura descascarillada, puertas opacas, espejos sin brillo o rotos, grifos que no cierran por completo o superficies a las que les falta una baldosa. Con sólo invertir algo de dinero en estas pequeñas reparaciones, se verá recompensado con la buena imagen que su casa dejará en los posibles compradores.

Cuando realicemos la visita acompañados con el posible comprador , es preferible que la vivienda esté desocupada, ya que el posible comprador se sentirá menos cohibido a la hora de preguntar o a la hora de abrir armarios, muebles, etc.. porque si no tendrá la sensación de entrometerse en la vida privada de unos desconocidos.