Hay pisos que simplemente se habitan, y otros que te miran y te dicen: quédate.

En la planta 12, el aire es distinto. La ciudad se adivina abajo, pequeña, y el cielo parece más cerca. Desde las ventanas, la vista se abre sin límites, como si el día entrara entero en casa.

Reformado hace menos de dos años, todo en él tiene una calma nueva. Los materiales, los tonos, los espacios: nada grita, todo encaja. Es una casa pensada para vivir sin prisas, con esa sensación de claridad que solo dan los lugares bien hechos.

Tiene garaje y trastero, porque también la vida práctica necesita su espacio.

Este piso no busca impresionar. Busca que te imagines viviendo en él, abriendo las ventanas y dejando que entre la luz.

Se informa a los interesados que el precio de venta indicado no comprende los honorarios de la agencia inmobiliaria, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) ni los gastos asociados a la compraventa (notaría, registro de la propiedad y otros).