Encierro inmobiliario

En estos días todo lo que estamos viviendo parece fruto de una pesadilla tras haber visto una película de ciencia ficción o un capítulo de Black Mirror.

Vivimos en un mundo hiperconectado, en el que todo sucede deprisa, donde tenemos miles de impactos y estímulos diarios, donde estamos acostumbrados a realizar un consumo de usar y tirar, donde tenemos muchos amigos de facebook, o seguidores de instagram, y nos olvidamos de nuestros amigos de verdad, donde la gente se siente "bien" al recibir un like, o donde publicamos "Stories" como si no hubiera mañana, donde hay demasiado ego y postureo vendiendo la mejor imagen, alimentando un mundo totalmente Voyeur...

Vivimos en una sociedad llena de ansiedades, miedos, depresiones y estrés, que se agravan en estas circustancias de aislamiento, máxime a medida que pasa el tiempo. Y es que después de hablar con muchos compañeros de profesión, se sienten inquietos como tantos y tantos autónomos que dependen del contacto de la gente para poder generar sus ingresos, viéndose totalmente imposibilitados en esta situación. Por contra los gastos vienen de forma inexorable, estrechando la liquidez de la que cada uno disponga. 

En estos días hay "carreras" entre compañeros inmobiliarios por intentar reducir al mínimo esos gastos por las dudas a la hora de preveer el periodo de aislamiento, y de la crisis económica posterior, que será directamente proporcional a ese periodo de confinamiento. La gestión de la información inicial de esta pandemia quitando importancia a las consecuencias que pudiera generarse en España, provocó una falta de previsión en la mayoría de empresas, pensando que podríamos trabajar desde casa. Por eso los primeros días pensamos en seguir nuestra rutina laboral a domicilio, y a medida que va pasando el tiempo vemos que las consecuencias no solo económicas sino también psicológicas se van a ir sucediendo.

Las conversaciones son incesantes sobre la posibilidad de realizar Ertes por fuerza mayor o por razones productivas, reducciones de empleo de trabajadores, negociación con portales o supresión de los mismos, comunicaciones de paralización de pago de rentas en locales... y todo esto nos provoca angustia, ansiedad, depresión, estrés y miedo.

El miedo se define como esa "Sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario" y ese "Sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea" . Así que en una sociedad atemorizada, se pueden presentarán efectos psicológicos adversos en los individuos que la integran. 

Para afrontar determinadas situaciones  siempre es recomendable pedir consejo a personas que hayan vivido con anterioridad la experiencia que para nosotros sea nueva. 

En este caso las CARMELITAS DESCALZAS de CADIZ nos ayudan con 10 recomendaciones para afrontar estos días que pueden resultar duros:

1. ACTITUD DE LIBERTAD
Libre es el que tiene la capacidad de asumir la situación porque quiere hacer lo correcto. No estás encerrado en casa, has optado por permanecer ahí «libremente». 

2. PAZ DONDE ENSANCHE EL ALMA
Mira dentro de ti mismo, el más amplio espacio para expandirte y ser feliz está en tu corazón, no necesitas espacios externos sino andar con holgura en tu propio mundo. 

Dale cabida a la creatividad, escucha tus propias inspiraciones y encuentra la belleza de la que eres capaz. 

3. NO TE DESCUIDES, LA PAZ HAY QUE TRABAJARLA
De cómo afrontas tus propias emociones y pensamientos, de la gestión de tus sentidos y pasiones depende que vivas en el cielo o en el infierno. 

Obsérvate y domínate, porque si te dejas llevar del miedo, la tristeza o la apatía, difícilmente cortarás el hilo ya que no hay muchas evasiones. Disciplina sobre tu corazón: cuando algún pensamiento no te haga bien, deséchalo. QUEDATE CON LO BUENO de la gente. Procura inclinarte hacia todo aquello que vayas notando que te da paz y alegría… la armonía hay que currársela.

4. AMA
Ante la crisis por la pandemia estamos más susceptibles e incluso irritables. Tendrás que ser muy paciente y usar mucho el sentido común. Somos diversos, cada quien tiene una sensibilidad diferente por miles de circunstancias. Acepta y respeta las opiniones y sentimientos de los demás. 
QUITALE IMPORTANCIA A LAS DIFERENCIAS, potencia las cosas que unifican. El único terreno que realmente te pertenece eres tú mismo: tus pensamientos, palabras y emociones; no controles, contrólate. Desde el amor sacarás comprensión y empatía, ganas de dar y agradecimiento al recibir. Respeta, acoge la fragilidad, desdramatiza, vive y deja vivir.

5. NO MATES EL TIEMPO
Nada podrá crearte una sensación tan grande de vaciedad y hastío, como pasar el tiempo inútilmente. Es un enemigo gravísimo que podrá robarte la paz y hasta meterte en la depresión.
Aunque un guiso te tome 2 horas, disfruta haciéndolo, pero empéñate en que las cosas que haces, por sencillas que sean, tengan VALOR y una FINALIDAD, nada de perder tiempo sin sentido, «matar el tiempo» es matar la vida.

6. ENSANCHA TUS PROPIAS FRONTERAS
 Ese libro que te regalaron hace tres navidades y no has leído, ese otro que aún no has devuelto porque te lo dejaste por la mitad. Si te gusta la música, busca nuevos artistas, descubre nuevos géneros. No te conformes con lo que ya conoces y sabes… ahora que hay oportunidad, ábrete a novedades que te aporten sabiduría y te llenen de alegría.

7. PARA LOS MÁS SENSIBLES
Evitad en la medida de lo posible: conversaciones de tipo pesimista, discusiones, malas caras, exceso de información, películas de terror o intriga, desorden dentro de casa. Como no hay muchas evasiones que nos hagan cambiar de chip, todo lo que entre en nuestro cerebro permanecerá ahí por más tiempo de lo habitual por eso hay que tener cuidado de no obsesionarnos o no dejar anidar una emotividad negativa en nuestro interior. El exceso de pantallas también es malo, porque sobre estimula el cerebro y nos pone más nerviosos. Hay que dormir bien, pero en demasía pude provocar sensación de fracaso o derrota. Un remedio buenísimo para canalizar la energía y relajarnos es bailar. Poned buena música y reírse un rato largo bailando. Nada como reírse para reiniciar nuestro sistema interior.

8. NO ESTÁS AISLADO
Es importante comprender que no tienes por qué sentirte solo, pues no lo estás. El amor y cariño de tu gente sigue ahí, aunque el contacto físico se haya distanciado. Esta es una oportunidad para vivir la comunicación a otro nivel más profundo, más íntimo. Habla con los que tienes en casa con tranquilidad, sin prisas, escúchales hasta que terminen, deja que el diálogo haga crecer la confianza y las confidencias construyan complicidad. Dí lo que nunca tienes tiempo de decir, cuenta lo que siempre has querido contar, habla de todo y nada pero con cariño, que es lo que llega al alma y hace nido. Responde aquella postal navideña que no agradeciste, la carta que te emocionó y a la que estabas aplazando respuesta, ese e-mail de una vieja amistad. Busca palabras con belleza, intenta darle expresión a tus sentimientos más nobles… Habla desde el corazón y crea lazos mucho más profundos con tu gente. Descubrirás que la distancia no es ausencia.

9. JORNADA DE REFLEXIÓN
¡Cuántas personas alguna vez he escuchado decir: Cómo me gustaría retirarme algunos días a un monasterio! Pues la ocasión está aquí, en casa. Ordinariamente nos cansamos del aceleramiento que tenemos encima, como si fuéramos desbocados por la rutina diaria sin tiempo para asimilar lo que vivimos. Reflexionad, pensad, meditad… ¿Qué puedo cambiar en mi para ser mejor después de estos días?… La separación de las cosas que ordinariamente nos traemos entre manos, ayudará para ver si realmente estamos poniendo el acento en las que importan, de que otras cosas podemos pasar, cuales son irremplazables, etc. Hombres y mujeres nuevos después de esta crisis.

10. Ora
Sólo la oración (que es el vínculo de amistad con Dios) puede sustentar la vida en todas las situaciones, especialmente en las adversas.
Orar es abrirse a ese «Otro» que puede sostenerme cuando yo necesito ayuda; pero también cuando yo estoy bien, orar es sostener a otros que lo necesitan. Es la experiencia más universal del Amor.

Este aislamiento puede haberte llegado en compañia o sólo... pero desde luego que estos momentos son excepcionales para valorar muchísimo lo que pensamos que es normal y apenas damos importancia.

Curiosidades de la vida, habia planificado realizar en Abril el Camino de Santiago primitivo y caminar los 330 kms que separan la Plaza de la Catedral de Oviedo de la plaza del Obradoiro en Santiago...con el motivo de poder tener de nuevo la posibilidad de reencontrarme a mi mismo tras un tiempo perdido en lo personal. Asi que en estos dias de aislamiento intentaré vivir en parte lo que iba a experimentar en el Camino....y es que como decia mi padre, a veces no nos damos cuenta que en la vida nos pasan trenes a los que nos tenemos que subir...solo hay que estar atento del tren que tienes que coger.

El abrazo y la sonrisa de tu hijo , el beso con tu mujer, el cogerte de la mano bien fuerte con la persona que amas para dar un paseo por la playa, salir a correr con tus amigos, jugar una partida de mus, tomar una cerveza en el bar de la esquina, ir a un concierto...todo esto la digitalización en la que vivimos no lo proporciona...

Al igual que Leonardo Da Vinci, Shakespeare, Galieo, Cervantes fueron testigos del Renacimiento de los valores e ideales clásicos después del periodo de oscuridad , violencia e irracionalidad que supuso la Edad Media, es posible que nosotros estemos ante otro "renacer" de valores, de ser menos digitales y más analógicos, o al menos emplear la digitalización para ser lo más humanos posibles.

Supongo que tras esta pesadilla seamos más conscientes de que podemos vivir con menos para disfrutar más, que seamos capaces de quedarnos con lo bueno de todo, que sonriamos más, que seamos más permeables a recibir cariño y sentirnos con menos miedo a que te hagan daño cuando nos entregamos a los demás, a ser más conscientes del presente y estar menos angustiados con el futuro...porque todo pasará, todo saldrá bien, pero absolutamente todo habrá cambiado

César Nozal